Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en un tapiz https://mariahszvg888668.blogofoto.com/69728979/impacto-mediático-del-cabezazo-de-zidane