Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un lienzo en https://dawudybhh114976.review-blogger.com/59985302/la-jugada-polémica-que-protagonizó-zidane